Agazapado le esperaba el final de su vida gris, del tiempo y los espacios vacíos, de las palabras no pronunciadas. De los versos olvidados. El presupuesto no le daba para más disgustos, era año de crisis.
Y en el principio dios fue mujer. Hasta que en el siglo VI antes de Cristo, dios se hizo hombre. Y el hombre se hizo dueño de la mujer. La sumisión se impuso así tanto en el cielo como en la tierra. Amén.